Esa actitud de recibir tres goles en 11 minutos no era nada normal. Cómo no quiso renunciar antes y su ratificación en el cargo no fue por convicción sino por necesidad, la mejor manera era hacerlo aburrir más.
La misión está cumplida, renuncia y chao.
Ahora si, por el bien del club y de su historia, que el cuarto técnico que llegue en menos de 2 años sea el salvador de esta debacle histórica.
Ojalá no sea solo Autuori sino muchos jugadores, mejor dicho, este Nacional está más resabiado que el Junior de Barranquilla, sigan creyendo que el problema era el técnico, o mentiras pues a la larga si lo era, una piedra en el zapato para ciertas actuaciones.
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Comunicador y Relacionista Corporativo,Técnico en Periodismo Deportivo, Especialista en Gerencia Deportiva, con diplomados en Gerencia Estratégica y Mercadeo.